el sesgo de confirmación es la tendencia a buscar, interpretar, favorecer y recordar información de una manera que confirma las creencias o hipótesis preexistentes. Es un tipo de sesgo cognitivo y un error sistemático de razonamiento inductivo. Las personas muestran este sesgo cuando recopilan o recuerdan información de manera selectiva, o cuando la interpretan de manera sesgada. El efecto es más fuerte para los resultados deseados, los problemas cargados emocionalmente y las creencias profundamente arraigadas.,
Las personas también tienden a interpretar la evidencia ambigua como apoyo a su posición existente. La búsqueda sesgada, la interpretación y la memoria se han invocado para explicar la polarización de actitudes (cuando un desacuerdo se vuelve más extremo a pesar de que las diferentes partes están expuestas a la misma evidencia), la perseverancia en las creencias (cuando las creencias persisten después de que la evidencia para ellas se muestra falsa), el efecto de primacía irracional (una mayor dependencia de la información encontrada al principio de una serie) y la correlación ilusoria (cuando las personas perciben falsamente una asociación entre dos eventos o situaciones).,
una serie de experimentos psicológicos en la década de 1960 sugirieron que las personas están sesgadas hacia la confirmación de sus creencias existentes. El trabajo posterior reinterpretó estos resultados como una tendencia a probar ideas de una manera unilateral, centrándose en una posibilidad e ignorando alternativas. En ciertas situaciones, esta tendencia puede sesgar las conclusiones de las personas. Las explicaciones de los sesgos observados incluyen el pensamiento ilusorio y la limitada capacidad humana para procesar la información., Otra explicación es que las personas muestran sesgo de confirmación porque están sopesando los costos de estar equivocados, en lugar de investigar de una manera neutral y científica. Sin embargo, incluso los científicos y las personas inteligentes pueden ser propensos a sesgos de confirmación.